Casi todo posgrado, carrera o curso suele concluir con un proyecto final. Excepto si eres de según qué partido político. 
De todos los cursos que he hecho (y no han sido pocos) jamás me lo había pasado tan y tan bien como en el proyecto de mi reciente posgrado en “Innovación a través de la marca”. Un trabajo en equipo que se ha visto totalmente reflejado en el resultado final.
El briefing del proyecto consistía en desarrollar la estrategia de branding para una empresa ambientada en el año 2118. Un proyecto que nos ha invitado a salir completamente de nuestra zona de confort, pensar más allá de nuestras propias creencias y aprovechar para hacer lo que quisiéramos.
¡Cómo desaprovechar la oportunidad de hacer un proyecto que “te haga estallar la cabeza” si no es en la universidad! No había límites, no había un presupuesto limitado. Solo lo que no fuésemos capaces de argumentar e inventar.
Para presentar un proyecto ambientado en el año 2118, es necesario hacer que el espectador sepa qué ha ocurrido a lo largo de estos 100 años. Un storytelling que ayude a entender el contexto en el que nos encontramos.
Ahora que ya has visto el “timeline”, imagino que ya debes intuir que el proyecto va sobre muerte.
Es muy probable que en el año 2118 la esperanza de vida se alargue tanto que, conseguir que el 100% de tu vida merezca la pena, se convierta en algo bastante complicado.
El hambre y las guerras pueden acabar desapareciendo, haciendo que la población aumente exponencialmente. La tecnología nos va a permitir integrar miembros en nuestro cuerpo que nos harán cada vez más invencibles. Y puede que morir sea lo único que realmente nos haga humanos.
Kharon. We make exitus possible
En Kharon no hablamos de muerte. Porque la muerte ha sido y sigue siendo un tema tabú en muchas sociedades.
En Kharon hablamos de exitus.
Mientras que en un suicidio tú tienes que planearlo y llevarlo a cabo, la eutanasia es algo planeado entre tú y la persona que la va a llevar a cabo. Un accidente es algo casual provocado por algo externo, mientras que una enfermedad es algo casual que ocurre dentro de tu cuerpo.
Sin embargo, exitus consiste en decidir cuándo y cómo terminar tu vida. Puede ser planeado o puede ser casual. Puedes llevarlo a cabo tú mismo o lo podemos organizar nosotros por ti.
Y además, nos aseguraremos de que tu último segundo de vida sea el más álgido de tu existencia.
Si quieres conocer cómo lo llevamos a cabo sigue leyendo y disfruta del recorrido a través de nuestras instalaciones.
Customer Journey
Bienvenido a Kharon. En la planta principal recibirás una atenta bienvenida por parte de nuestros empleados.
Gracias al ADN digital la comunicación en nuestras instalaciones estará totalmente enfocada a tu persona haciendo que la experiencia sea totalmente personalizada.
En la primera planta nuestros especialistas te atenderán con el objetivo de resolver cualquiera de tus dudas. Un psicólogo será el encargado de asegurar que te encuentras en perfectas capacidades para contratar tu exitus.
Debes superar los 27 años de edad, no tener antecedentes penales, ni personas a cargo o cuentas pendientes.
Si has pasado el test y decides tirar adelante la contratación de tu exitus, éste será customizado a través de una interfaz desde la cuál podrás diseñarlo según tus deseos y personalidad.
Cuando el exitus ha sido parametrizado, se creará un perfil con tus datos y tu huella de exitus. Un gráfico muy visual permitirá ver de un simple vistazo los parámetros que has escogido.
Según tu selección de los parámetros: privacidad, ambiente, compañía, control y adrenalina te propondremos tu exitus ideal y si estás conforme con él pasarás a diseñar el resto de nuestros servicios.
Estos son algunos ejemplos de nuestros clientes.
Durante la parametrización del exitus, también se diseña y se escoge el día de tu ceremonia de Óbolo, así como el número de asistentes que irán a tu ceremonia. Éstos recibirán una invitación directamente en su correo electrónico.
La ceremonia consiste en la ingesta de una cápsula a la que hemos llamado Óbolo como referencia a la moneda que se ponía debajo la lengua de los difuntos en la antigua Grecia. Y que servía para que las almas pudiesen pagar al dios Caronte su viaje hacia el otro mundo.
Terminada la ceremonia, saldrás a través de una escalinata con tus invitados y será en ese momento cuando empezará tu camino hacia el exitus.
Durante los siguientes días de haber ingerido el Óbolo, podrás hacer vida normal y será el Óbolo el encargado de hacer el resto del trabajo. Éste recorrerá tu sistema digestivo hasta ubicarse en el intestino delgado y una vez allí, el mecanismo interno de la cápsula inyectará unas micro partículas directamente en el riego sanguíneo.
Estas micro partículas son una nanotecnología que han estado diseñadas exclusivamente para nosotros. Los micro robots se dividen en dos partes exactamente iguales y una mitad quedará situada en el cerebro y la otra mitad en el corazón.
Las dos mitades recopilarán la información necesaria manteniendo una comunicación directa entre ellas y al mismo tiempo, los datos serán enviados a nuestros laboratorios donde nuestros expertos se encargarán de llevar un estricto control.
Es importante recalcar que la nanotecnología no se activa automáticamente, si no que estudia tus funciones vitales con el objetivo de adaptarse a tu comportamiento. Y es así como aseguramos que tu último segundo de vida sea el más espectacular. Emitiendo una pequeña descarga eléctrica que paraliza tu ritmo cardíaco y anula todas tus funciones vitales.
No mueres por el impacto al saltar sin paracaídas, no mueres por un ataque al corazón. Los nanorobots se activan en el punto máximo de tus emociones.
Esta es la interfaz de control para el seguimiento de exitus.
Una vez el exitus ha concluido, nosotros nos hacemos cargo de recuperar tu cuerpo y cumplir con tu voluntad incluso cuando ya no estás presente haciendo una joya para la familia, una urna con tus restos orgánicos o incluso plantar un árbol con ellos.
Finalmente, la campaña de comunicación digital y un spot de televisión son los encargados de invitarte a venir a nuestras instalaciones donde podremos asegurar que tu experiencia allí sea lo más humana y personalizada posible.
El objetivo de este proyecto no era invitar a la gente a querer terminar con su vida ni frivolizar sobre la muerte. Tal vez queríamos abrir un debate sobre lo que significa “muerte” a día de hoy desde distintas perspectivas culturales.
O simplemente, nos juntamos una mejicana, un italiano y una española con ganas de pasarlo bien, sin prejuicios, desarrollando un proyecto controvertido y siempre animados por nuestros tutores Jordi Belil y Ana Castellví, quienes confiaron en el proyecto desde el minuto 0.
Personalmente, creo que no se nos prepara para la muerte y es algo por lo que tarde o temprano todos pasaremos por ello. Creo que es un tema que debería estar más sobre la mesa y permitirnos más libertad para poder decidir.
Si una cosa he aprendido en este posgrado, es que los conceptos y los significados van transformándose con el paso del tiempo. Son líquidos. Evolucionan y nosotros nos adaptamos con ellos. Solo son necesarias una serie de circunstancias para que lo que hoy es considerado como imposible e intolerable, acabe transformándose en todo lo contrario. Y viceversa.
Quién sabe lo que significará el concepto muerte dentro de 100 años. Esta fue nuestra propuesta.
El futuro no está escrito, lo creamos nosotros con nuestro presente. En este posgrado hemos sido 8 grupos, con un mismo brief y cada uno con una propuesta diferente sobre el futuro. Todas igual de válidas y posibles.
No hay prácticamente nada que no se pueda cambiar. Si no estás de acuerdo con algo, no te conformes. Y si tu entorno cambia, observa, aprende y adáptate. No te queda otra.
“El cambio es ley de vida. Cualquiera que solo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro.” ⎯ John Fitzgerald Kennedy
Proyecto REALIZADO POR: ANDREA ROSSI, JEANNETTE MILLAN Y LAIA VIVES
